La sinestesia (del griego 'junto', y 'sensación') es la percepción conjunta o interferencia de varios tipos de sensaciones de diferentes sentidos en un mismo acto perceptivo.
Fue Georg Tobias Ludwig Sachs, un estudiante de medicina, quien en 1812 puso por escrito esto: «Las letras A y E son de color rojo vivo; el número ocho es marrón y el jueves es verde tirando a amarillento más que a azulado» Dos siglos después de aquel artículo que puso en duda la percepción de la realidad, la comunidad científica desconoce las bases genéticas y neuronales de la sinestesia.
Cuando una persona sinestésicapercibe un estímulo sensorial, por ejemplo escucha una nota musical, la nota no sólo se escucha más o menos aguda sino que además tiene sabor o color. Le puede saber a fresca, a sandía, o puede verla de color verde limón. No es que lo asocie o tenga la sensación de sentirlo: lo siente realmente.
Las investigaciones de incidencia familiar sugieren que se trata de un rasgo dominante ligado al cromosoma X, que es uno de los cromosomas sexuales del ser humano y otros mamíferos. En seres humanos está situado en el llamado par 23.
Muchos investigadores, como Daphne Maurer, de la Universidad de Macmaster (Canadá), demuestran que todos los bebés de menos de cuatro meses de edad presentan un cerebro sinestésico o fusión de los sentidos. Esto se debe a que a esa temprana edad el cerebro todavía no ha realizado la especialización de las distintas áreas ante estímulos sensoriales.
Los sinestésicos mantienen intactos los enlaces sensoriales ante tareas sensoriales implicadas, lo que da lugar a este tipo de activación simultanea ante los distintos estímulos sensoriales, lo que explica que la sinestesia dure toda la vida.
Hay quien saborea palabras, como James Wannerton, para quien el nombre Nueva York sabe a huevos pasados por agua mientras que Londres sabe a puré de patatas con muchos grumos. Su caso es más común de lo que puede parecer. Se estima que hay un sinestésico por cada 500 personas en los casos más simples, cifra que se eleva a uno entre 15000 para los casos más raros.
Ha habido, además, multitud de famosos que padecían sinestesia. Entre ellos figuran: Vasily Kandinsky, Charles Baudelaire o Leonard Bernstein, entre muchos otros
Los que manifiestan su capacidad sinestésica son, a menudo, considerados locos, genios o drogatas. La unión de sensaciones se puede experimentar con un tripi o en un brote esquizofrénico, aunque el sujeto que las percibe no sea sinestésico.
Se estima que aproximadamente un 2% de la población es sinestésica de manera manifiesta, pero no en todos los casos esta condición tiene la misma intensidad ni la asociación es la misma. También se piensa que los mnemonistas, es decir, las personas que tienen una memoria practicamente indeleble, en gran medida son sinestésicos. Por ejemplo, se dice que la persona a la que actualmente se reconoce como quien recuerda más decimales del número "pi", es sinestésico.
Esta condición no suele suponer problemas a quien la padece, incluso hay quien piensa que se puede considerar una ventaja.
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