lunes, 13 de febrero de 2012

Diverticulo traqueal


El traqueocele ó divertículo traqueal es una patología muy poco frecuente, y su prevalencia en series de autop­sias es del 1%. Puede ser adquirido o congénito, y se forma por herniación de la mucosa a través de una zona de debilidad en la musculatura de la pared traqueal, entre el cartílago y la pared membranosa posterior de los anillos traqueales1,2,3,4,5,6,7. La localización más frecuente es la zona posterolateral derecha1,2,4,5,7. Esto se debe a que el esófago y el cayado aórtico se encuentran en la parte izquierda, dando fortaleza a la pared y evitando así la herniación de la mucosa5.

Los divertículos únicos y con pedículos anchos son adquiridos, mientras que los que tienen bocas estrechas, suelen ser congénitos1,3,5. La causa principal de su for­mación, es un aumento prolongado de la presión intra­traqueal, lo que tiene lugar en la enfermedad pulmonar crónica, ó en casos de tos persistente1,2.

El epitelio que reviste el traqueocele es epitelio res­piratorio normal2,6, pero el tejido elástico en su pared, se encuentra destruído y no hay cartílago, glándulas muco­sas ni músculo liso3,5. Normalmente están rellenos de aire, al contrario que los congénitos, que están ocupados por moco.

Los problemas mas frecuentes son la tos persistente2,5,6, infec­ciones respiratorias recurrentes, porque las secreciones retenidas se vierten esporádicamente al árbol respiratorio o neumonía por aspiración4,5. También pueden aparecer crisis de disnea, diagnosticada a veces como asma bron­quial4, disfonía causada por parálisis de cuerdas vocales por compresión del nervio recurrente1,3,5, disfagia inter­mitente5, esputo purulento o dificultad en la intubación orotraqueal3,5. Si es voluminoso, puede dar sensación de masa cervical durante el esfuerzo respiratorio.

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