Interior de la cueva mexicana de Naica
* Los cristales han ido creciendo a un ritmo muy lento durante un millón de años
* El cristalógrafo Juan Manuel García Ruíz publica la investigación en PNAS
Pedro Cáceres/Madrid
Es una "catedral de cristales" construida por las fuerzas geológicas, una maravilla de armonía cristalina. Todas estas explicaciones sobre el aspecto de la Cueva de los Cristales Gigantes de Naica corresponden al experto del CSIC Juan Manuel García Ruiz.
La cueva es uno de los monumentos geológicos más extraordinarios del mundo y permanecía enterrado en las profundidades de una mina de plomo y plata en el desértico estado mexicano de Chihuahua. La cueva de los cristales gigantes de Naica es la más extraordinaria acumulación de cristales de yeso conocida en el planeta y no fue descubierta hasta el año 2000, cuando los operarios que excavaban una galería a 300 metros de profundidad hallaron una sala de belleza estremecedora.
Normalmente, los cristales de yeso no miden más que unos centímetros, pero en la cámara subterránea de Naica, cuyo ambiente es sofocante, con 50º C de temperatura y un 90% de humedad relativa, hay estructuras cristalinas de yeso que superan los 10 metros de longitud y el metro de ancho.
El cristalógrafo Juan Manuel García Ruiz, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, fue uno de los primeros científicos en tener acceso a la cueva y ahora acaba de desvelar el secreto del extraordinario crecimiento de estos cristales.
Según sus cálculos, estos cristales aumentan a un ritmo que equivalesa ganar el grosor de un cabello cada 100 años. "El crecimiento es tan lento que hasta ahora era casi imposible de medir. En este estudio lo hemos conseguido gracias a un microscopio que hemos diseñado con la Universidad de Sendai, de Japón. Este instrumento nos ha permitido estimar que algunos de los cristales han estado creciendo durante cerca de un millón de años"
FUERZAS GEOLÓGICAS
Foto: Javier Trueba & Madrid Scientific films
Interior de la Cueva de los Cristales Gigantes de Naica
Debajo de Naica existe un punto caliente volcánico que ha estado emitiendo calor, liberando minerales y creando los depósitos de metales de la mina desde hace millones de años. La cámara de los cristales, que mide 35 metros de largo por 20 de ancho y tiene una altura media de unos ocho metros, estuvo siempre anegada por agua a alta temperatura y rica en los mismos minerales que forman los cristales de yeso.
Fueron estas condiciones las que permitieron la lenta y continua cristalización. La cueva salió a la luz en el año 2000 porque para explotar la mina se está drenando el subsuelo de Naica. Esto ha provocado que quede expuesta al aire, que los cristales dejen de crecer y que corran peligro de deterioro.
Las minas de Naica son ricas en plata, plomo y zinc, y en la actualidad se sigue trabajando en ellas. Por eso ya no hay agua en la cueva y los cristales han parado de crecer.
García Ruiz llama la atención sobre la importancia de otros yacimientos con cristales grandes de yeso, aunque no tan grandes como los de Naica. Estas minas están en España y fueron además el origen de sus investigaciones. Son las cuevas de Sorbas (Almeria) y las minas romanas de Segóbriga, en Cuenca.
Precisamente, la pasión de García Ruiz por estos cristales gigantes de yeso le ha llevado a realizar un documento de divulgación titulado "El secreto de los cristales gigantes"
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