LA ANALGESIA CONGÉNITA
La analgesia congénita es una enfermedad hereditaria muy poco frecuente de carácter autosómico. Quienes la padecen experimentan todo tipo de sensaciones excepto dolor. Sienten como se cortan, como se queman o la sensación que sientes cuando te das un golpe, lo que no perciben es el dolor asociado a estas experiencias.
Puede que sea algo tentadora la idea de vivir sin dolor, pero, la incapacidad de experimentar dolor -que es una de las formas que tiene el cuerpo de avisarnos que algo le está ocurriendo- nos coloca en una situación de alto riesgo. Si no sentimos dolor, ¿cómo sabemos que nos hemos roto algo o que padecemos alguna enfermedad?
El hecho de que a veces no sintamos dolor viene dado porque ha habido algún fallo en el recorrido que hace el estimulo hasta el cerebro a través de los receptores específicos. Sin embargo, esta no es la causa de la analgesia congénita. Los científicos han descubierto que la causa de esta enfermedad se debe a un alteración del gen que gobierna la estructura de los canales para sodio de los nervios que transmiten la señal del dolor, es decir, las neuronas con el canal mutado no pueden transmitir las señales dolorosas hacia los centros nerviosos centrales.
Las personas que sufren esta enfermedad no mueren por ella y pueden vivir muchos años, a pesar de que esta condición genera muchos problemas colaterales. Además, la analgesia congénita no tiene cura, por lo que lo único que pueden hacer los enfermos es evitar las situaciones de riesgo.
Un estadounidense llamado Steven Pete contó en una entrevista que cuando era pequeño y le empezaron a salir los primeros dientes se comió casi un cuarto de la lengua sin percatarse de ello. Le diagnosticaron la enfermedad a los seis meses de vida.
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| Steven Pete |
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