Los huracanes o tambien llamados tifones o ciclones, se gestan en el mar, normalmente a finales del verano, y comienzan a girar a unas velocidades que pueden llegar a los 300 km/h mientras se desplazan en dirección al polo a velocidades de hasta 50 km/h en el mar y unos 15 km/h cuando alcanzan tierra. En cuanto a las dimensiones, el centro del huracán suele tener entre 6 y 50 km. el diámetro puede llegar a los 500 km. La llegada del huracán puede ser prevista por los servicios meteorológicos con más de 24 h. de antelación, por lo cual podemos prepararnos para afrontarlo.
Medidas:
• El lugar más peligroso es la costa, así que si podemos nos mantendremos alejados de ella.
• Si vivimos en una zona propensa a estos fenómenos meteorológicos tendremos preparadas una serie de tablas que nos permitan tapiar las ventanas si es necesario
• Eliminaremos de nuestro jardín, finca, ventanas, etc. todo tipo de objetos: macetas, herramientas, juguetes, adornos, que puedan ser arrastrados por el viento
• Permaneceremos en nuestra casa si es lo suficientemente sólida. El sótano o bajo la escalera suelen ser los lugares más seguros.
• El interior de los vehículos no suele ser demasiado seguro, es preferible esconderse debajo de estos.
• Si estamos en el exterior y no hay una cueva donde guarecernos, nos tumbaremos en una zanja. Si no hay nada mejor nos tumbaremos boca abajo lo más pegados al suelo posible y nos arrastraremos en busca de un refugio sólido, como unas rocas.
• Si el ojo del huracán pasa por encima de nosotros se producirá un periodo de calma que puede durar de unos minutos a más de una hora. Si nuestro refugio es sólido, no lo abandonemos, pues el viento volverá a soplar de nuevo con la misma fuerza, esta vez en dirección opuesta.
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