Los mamífenros empezaron a proliferar tras la extinción de los dinosaurios, aunque la selección natural había favorecido a los Troodon, con buena visión, hábiles garras e inteligencia. ¿Y si hubieran continuado con su evolución?
En ese mundo hipotético, impulsado por un grupo de científicos de la NASA, Teniendo en cuenta que los dinosaurios y los primeros mamíferos tenían una relación de cuerpo/cerebro bastante similar, por lo que se piensa que si el Troodon hubiera dispuesto de varios millones de años para evolucionar puede que su aspecto fuera el de la imagen, el dinosauroide: de aspecto humanoide y biología reptil. Manos como las nuestras, piel como la de una serpiente. Inteligencia como la nuestra, los ojos como un dinosaurio. Serían ovovivíparos, es decir, tendría a sus hijas vivas, pero se desarrollarían en huevos en su interior, como algunas serpientes y lagartos. Se desarrollaría físicamente como nosotros, bípedo y erguido, por el éxito que ha tenido nuestra propia especie. La razón de erguirse es por el peso que el cerebro, al crecer, necesita una mejor postura para mantenerse en pie.
Por supuesto, todo esto es un caso hipotético y nadie puede asegurar ni predecir con exactitud qué camino seguirá la evolución.
Como vemos, la evolución es muy caprichosa y, la oportunidad que uno deja escapar, la aprovecha otro. Quizá dentro de varias decenas de millones de años, un nuevo ser, completamente diferente a nosotros, estudie nuestros fósiles y se pregunte cómo hubiera seguido la evolución del ser humano.
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