Mascar chicle o comer servirá
para cargar el móvil
Investigadores canadienses han creado una cinta elástica que,
colocada bajo el mentón, convierte el movimiento de la mandíbula en energía
eléctrica. Por ahora sólo han obtenido unos cuantos microvatios (µW) pero creen
que en el futuro estas bridas podrían alimentar pequeños dispositivos
electrónicos.
El cuerpo humano es fuente de energías nada esotéricas. El
movimiento de brazos y piernas genera energía cinética y el calor corporal,
térmica. Ambas se están investigando (e incluso aplicando) para alimentar
desde sensores hasta baterías. Pero hay una tercera energía aún
poco explorada, la procedente de la tensión muscular y hay pocos músculos que
se muevan más que los de la mandíbula.
Sobre un sustrato elástico, los investigadores desplegaron
una capa de nanofibras de cerámica punteadas con electrodos de cobre y todo el
conjunto recubierto de un material aislante. La cinta la unieron a unos cascos
y la colocaron debajo de la barbilla. En su experimento, uno de los ingenieros
estuvo mascando chicle durante 60 segundos, tiempo suficiente para comprobar
que el dispositivo funcionaba, consiguiendo generar picos de 18 µW y
una potencia de salida sostenida de 10 µW.
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